jueves, 27 de junio de 2013

ARQUITECTURA Y PODER 4-5

La cuarta parada en nuestro recorrido histórico por la arquitectura y el poder viene de la mano de los arquitectos soviéticos, este vasto país, lleno de historias y mitos, produjo durante este periodo una rica y variada arquitectura tan variada como las culturas que formaron la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
La larga longevidad del socialismo soviético así como la pluralidad de personalidades que tomaron las riendas del poder desde Lenin, Stalin, Gorbachov y muchos más produjo un periodo difícil de definir caótico, letárgico, opresivo, imaginativo todo dependiendo de las políticas trazadas por el kremlin ruso. Por esto la arquitectura soviética ha sido dividida por muchos autores en tres etapas y hay quienes van más allá y hablan de una cuarta etapa huérfana de ideología pero que ha dejado su huella en toda la geografía de la ex unión soviética, desde mi punto de vista abordaremos cuatro periodos históricos el constructivismo ruso de principios de siglo XX, el neoclasicismo estalinista, el estilo internacional ruso y lo que podríamos definir como un estilo libre e imaginativo, desarrollado a partir de la década de los 80 hasta la desintegración del bloque soviético,  que aún no ha podido ser definido pero que pondremos por nombre arquitectura fantástica ( ya que a pesar de ser diferentes entre sí todos estos edificios comparten una raíz constructivista, postmoderna y brutalista con toques de la era de la carrera espacial).
Aun cuando los primeros periodos eran diferentes entre si, la ideología básica de todos nacida de la ideología soviética como fueron la colectivización y la industrialización. Cabe destacar que cada periodo cumplio con el fin propuesto en cada periodo histórico, el constructivista Sanz Alarcon nos dice:“las soluciones de los constructivistas no sólo buscaban una distribución racional de la vivienda, sino que reflexionaba sobre las nuevas formas de habitar la célula y prestaban cuidadosa atención a los espacios comunes del edificio” un ejemplo de esto fue el edificio Narkomfin de Moisei Yakovlevich Ginzburg, de la cual podríamos afirmar que ayudo a concretar el plan de Le Corbusier de la Unidad habitacional de Marsella, el constructivismo soviético de los años 20 goza de cierto atractivo romántico, con esa pretensión de plasmar la utopía en ventanas, columnas y pasillos. “Con la abolición de la propiedad privada y la necesidad de reconstruir un país arrasado por la guerra apareció un nuevo modelo de arquitectura, y la URSS se convirtió en el principal campo de trabajo e investigación donde llevar a cabo las propuestas más vanguardistas”.
Con la llegada de Stalin, este periodo paso a la historia, considerado por el dictador como una aberración y demostrando su gusto por la monumentalidad y el historicismo, durante su mandato la unión soviética se volcó hacia una arquitectura de proporciones desmesuradas con toques históricos, rascacielos como las siete hermanas de Stalin en pleno Kremlin moscovita y la propuesta del Palacio de los Soviets,en la década de los 30 iba a ser un edificio enorme, un rascacielos de 415 metros de altura coronado con una estatua de Lenin de 100 metros, donde se reunirían todos los representantes de todas las repúblicas del mundo. Este representaría el monumento supremo del estado socialista y estaría destinado, además, a alojar congresos, celebraciones, etc. El edificio formaba parte del proyecto arquitectonico "Nueva Moscú".
A la muerte de Stalin, Rusia decide volcarse hacia una arquitectura más internacional, con toques más modernos y a la vez que le permitiera competir con los Estados Unidos y ganar la guerra fría mediante sus grandes edificaciones. En 1955, Nikita Jruschov se enfrentan con el problema de la construcción de ritmo lento de la vivienda, llamaron a adoptar medidas drásticas para acelerar el proceso, y esto implicó el desarrollo de nuevas tecnologías más productivas en masa y la eliminación de "extras decorativos" de los edificios. Bajo el mandato de Nikita Khrushchev la vivienda se ha simplificado realmente con la llegada de edificios de 5 plantas o "pyati-etazhki". Aunque rápidamente construida, la calidad ha sido en nada en comparación con antes de vivienda y sus casi son idénticas contribuido a la gris y aburrida estereotipo de las ciudades socialistas.
En la década de 1960 se convirtió en la década de 1970, Leonid Brezhnev empezado a relajar los controles arquitectónicos. Bloques de apartamentos crecieron para incluir pisos extra, decoraciones exteriores y los mosaicos se han añadido para la estética, y los arquitectos el diseño de los edificios públicos se les dio mucha más libertad para variar los temas. Macizos Latino vivienda también se hizo común en las grandes ciudades.
El último y cuarto periodo, es el más libre y esto es lo que demuestra la decadencia en la que se encontraba la unión soviética, el caos imperante y la pluralidad de las formas arquitectónicas demuestran un movimiento acéfalo de un sistema que colapsaba. Un campamento de verano, inspirado por bocetos de un prototipo de base lunar, reclama su influencia suprematista (Campo de rehabilitación juvenil Promethee, Bogatyr).
Este mosaico de estilos testimonia todos los sueños ideológicos del periodo, desde la obsesión con el cosmos hasta el renacimiento de la identidad, y también resume la geografía de la URSS al mostrar cómo las influencias locales dieron giros exóticos antes de la caída del imperio soviético. El Palacio de Ceremonias en Tiflis, Georgia del arquitecto Dzhorbenadse y Orbeladse, nos muestra un lado mas organico donde se desprecia la recta a favor de la curva y las formas suaves.

En general, y como afirmó un arquitecto de la perestroika, estos edificios reivindican la utilidad de lo inútil. “No a una arquitectura muda y sin dirección”, afirmó Peter Davitaya. Un lema que de algún modo puso a muchos de estos arquitectos en línea con el movimiento post-moderno, es decir, con la defensa de la forma y el rechazo de la función como condena.

miércoles, 19 de junio de 2013

ARQUITECTURA Y PODER 3-5



A pesar de poseer regímenes dictatoriales, fascistas y nacionalistas. Alemania e Italia desarrollaron arquitecturas diferentes en época de dictadura. El desarrollo diferenciado se basó en el hecho de que la Alemania nazi fue más opresiva mientras la Italia fascista de Mussolini fue más participativo permitiendo algunas libertades.
En este contexto, en un número de la revista "Rassegna Italiana", el Grupo 7 se presentó al público señalando los nuevos principios que debía seguir la arquitectura, en concordancia con las ideas modernistas que surgían en distintas partes de Europa. Se postulaba el retorno a la forma pura, esencial, que exprese la funcionalidad de las construcciones, rechazando la ornamentación y la decoración, por medio del constante uso de la "racionalidad". Esta públicación es considerada como el "Manifiesto del Racionalismo Italiano".
Debido a las ciertas libertades permitió el desarrollo de una doble naturaleza en la arquitectura que se desarrollo en la Italia fascista, por un lado desarrollara una estrecha relación con el racionalismo arquitectónico propio de la denominada arquitectura moderna (movimiento moderno o estilo internacional), mientras que por otro lado, se desarrolló otra más vinculada al neoclasicismo y el historicismo típico de las arquitecturas totalitarias.

Entre los arquitectos más identificados con la corriente fascista de la arquitectura italiana esta Marcello Piacentini , sus edificios se caracterizan por una monumentalidad de inspiración clásica. Creó un estilo que podría denominarse Neoclasicismo simplificado, un hibrido entre lo racionalista y lo clásico, aunque siempre respetando la monumentalidad para transmitir al usuario la fuerza y el poder. Por lo que el este estilo fue predominante en las edificaciones públicas y en las grandes avenidas como la famosa via della conciliazione
Los planes por modernizar la ciudad se basaron en las reformas urbanísticas de Livorno, siguiendo los principios de la arquitectura racionalista italiana entonces en vigor, demoliendo edificaciones con el fin de crear efectos de majestuosidad y grandes avenidas y circunvalaciones. En este plano se enmarcaba el plan de la Tercera Roma, el proyecto de Roma fascista de Mussolini, después de la Roma antigua y la Roma cristiana. En este edificio se puede apreciar un enorme estela monumental que, con las técnicas del bajorrelieve usadas para las columnas conmemorativas en la antigua Roma, representa a un Benito Mussolini a caballo que, como un emperador romano, entra triunfal en sus dominios con el brazo levantado en el tradicional saludo fascista.
Los regímenes totalitarios vivieron en una ambivalencia, pues propugnaban una dilución del individuo en pos de la nación, por lo que realzaban el nacionalismo, sin embargo a su vez los cabecillas de cada régimen fascista buscaron el realce de su figura mediante proyectos megalómanos y sacados de proporción el Duce italiano no fue la excepción.


CONTINUARA...

jueves, 13 de junio de 2013

ARQUITECTURA Y PODER 2-5



Antes que nada debemos tomar en cuenta que en Alemania se utilizó el termino tercer Reich «Gran Reich alemán» (Grossdeutsches Reich), producto de la propaganda nazi, que contaba al Sacro Imperio Romano Germánico como el primer Reich o imperio, al Imperio alemán de 1871 como el segundo y a su propio régimen como el tercero. Cabe destacar las aspiraciones de Hitler, para ser pintor, esto le motivo a apoyar el desarrollo de las artes de manera afín a la ideología nazi, así como la educación las artes fueron utilizadas por la maquinaria propagandista del partido nacional socialista alemán para afianzar su poder y reeducar a los alemanes de acuerdo a sus ideologías de supremacía racial. La arquitectura no fue dejada aparte y con Albert Speer, bajo su mando Hitler se propuso convertir a Berlín en la capital más imponente del mundo.
Debemos analizar que la arquitectura en el caso de los países dominados por regímenes totalitarios son un reflejo del alma de la persona que se encuentra a la cabeza de la misma, la arquitectura del tercer Reich tomo como base los elementos de la arquitectura clásica de la época del imperio romano, tanto porque Hitler se manifestó admirador de la misma, la concepción histórica del mismo que considero a los romanos como verdaderos arios así como por el contexto histórico en el que se basó el sistema nazi para denominar su periodo histórico como el tercer imperio, siempre recordando que bajo Carlomagno se fundó el Sacro imperio Romano Germánico. Esto podría formar parte del plan de Hitler para exaltar el nacionalismo que resulto ser la base del nazismo. Así mismo el aumento de las proporciones de los elementos arquitectónicos, estaría muy relacionado con el hecho de afianzar la ideología de la grandeza de las proezas germanas, la idea de Hitler sobre su propia grandiosidad haciendo que por ende la arquitectura se convirtiera para todo alemán en la prueba irrefutable de la avasallante personalidad de Hitler, capaz de enardecer a las masas mediante su oratoria, con esto no quedaría duda de que Alemania se encontraba en su tercer renacimiento.
Mientras planeaba estas estructuras, Speer inventó el concepto del «valor de la ruina»: los grandes edificios debían ser construidos de tal manera que fueran ruinas estéticamente agradables pasados miles de años, como testamentos de la grandeza del Tercer Reich, del mismo modo que las ruinas grecorromanas eran símbolos de la grandeza del mundo de la antigüedad clásica. Hitler abrazó con entusiasmo estos conceptos y ordenó que los edificios más importantes del Reich fueran construidos de acuerdo a ellos.
El mismo Albert Speer nos explica parte del concepto arquitectónico de la Alemania nazi él  dijo: «Las construcciones modernas no eran muy apropiadas para constituir el puente de tradición hacia futuras generaciones que Hitler deseaba: resultaba inimaginable que unos escombros oxidados transmitieran el espíritu heroico que Hitler admiraba en los monumentos del pasado. Mi teoría tenía por objeto resolver este dilema: el empleo de materiales especiales, así como la consideración de ciertas condiciones estructurales específicas, debía permitir la construcción de edificios que cuando llegaran a la decadencia, al cabo de cientos o miles de años, pudieran asemejarse un poco a sus modelos romanos»
Podemos notar el amor de Hitler por lo clásico por sobre lo moderno cuando este despreció el diseño de Werner March para el Estadio Olímpico de los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 por considerarlo muy moderno, Speer modificó los planos añadiendo un exterior de piedra.
Otro diseño de Speer donde se trató de demostrar la supremacía del poder nazista fue el diseñó del pabellón alemán para la Exposición Internacional de París de 1937, donde los pabellones alemán y soviético estaban el uno frente el otro. Sabiendo, gracias a una filtración clandestina de sus planos, que los soviéticos iban a construir dos figuras colosales que parecerían avanzar hacia el pabellón alemán, Speer modificó su diseño para incluir una enorme masa cúbica que se oponía a su avance, rematada en la parte superior por una gran águila que miraba hacia abajo a las dos figuras soviéticas. Ambos pabellones fueron galardonados con medallas de oro por sus diseños.
Entre las obras destacadas que han sobrevivido a nuestros años son el Aeropuerto de Berlín-Tempelhof y Prora, una estación vacacional construida en la isla de Rügen.
Dentro de los planes de Hitler y Speer, se encontraba el plan maestro para para reconstruir Berlín como capital del mundo, Welthauptstadt Germania. Speer elaboró un trazado que se basaba en una larga avenida de cinco kilómetros que corría de norte a sur y que el arquitecto llamó Prachtstrasse, la Calle de la Magnificencia, o también el «Eje norte-sur».En el extremo norte de esta avenida Speer dispuso la Volkshalle, un enorme edificio de asamblea cerrado por una gigantesca cúpula de más de 200 metros de altura y con espacio interior para 180 000 personas. En el extremo sur de la avenida habría un arco de triunfo, también de colosales proporciones, de al menos 120 metros de altura y capaz de contener el Arco de Triunfo de París.

CONTINUARA...

lunes, 10 de junio de 2013

Apartamentos Urb. Máximo Gomez


ARQUITECTURA Y PODER 1-5



La arquitectura ha demostrado ser una herramienta muy útil para aquellos que buscan afianzar y demostrar el poder que poseen. sería un pecado asegurara que esta estrategia ha sido utilizada solamente por parte de los dictadores a lo largo de la historia,  las democracias así como las repúblicas socialistas, las religiones han utilizado este artificio para demostrar su predominancia por sobre sus detractores esto ocurre ya sea aprovechando procesos de bonanzas económicas o mediante la imposición de sacrificios a los pueblos, todos buscan dejar su huella a través de la historia mediante complejos urbanos, edificaciones o monumentos de acuerdo a sus caprichos, desde las pirámides de Giza hasta la ciudad de Brasilia.
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De buscar sus origines debemos viajar a la prehistoria, pasar por Stonehenge, los dólmenes y la isla de pascua, las pirámides de Giza, motivados por los sueños y las promesas de la continuidad de la vida después de la muerte, persisten aun en nuestra época, maravillándonos por su magnicida y misticismo. Los romanos con su pensamiento imperialista y dominante crearon una de las urbes más importantes y conocidas de la antigüedad, la majestuosa ciudad de roma, con sus grandes monumentos cada emperador coloco su grano de arena todo en pos de crear un imperio, dejando claro que el poder debía demostrarse físicamente a través de grandes construcciones. Así mismo la iglesia católica al nacer del seno de una Roma decadente heredo este pensamiento, traduciéndose en una macro ciudad sacra erigida sobre la colina vaticana, donde a pesar de percibirse a la iglesia como detractora de los avances humanistas y renacentista en sus edificaciones, sus catedrales e iglesias, los baptisterios y plaza, exponiéndose lo mejor de esta época de luz y claridad que precedió al oscurantismo del medioevo.

Las dictaduras europeas trataron de revivir los pasados gloriosos e imperiales, las arquitecturas americanas basaron sus ideales en la grandiosidad de la arquitectura clásica, incluso Estados Unidos de América en plena democracia (1780-1830)  creo una capital imperial bajo el estilo federal, con evidente inspiración clásica greco-romana, en la arquitectura europea podemos observar cuatro casos donde la arquitectura fue utilizada para afianzar los ideales de cada sistema y definir el estilo personal de cada jerarca y dictador: la España franquista, la Alemania nazi, la Italia fascista y la Rusia socialista, en todos los casos la arquitectura se magnifico y se deformo en pos de las ideologías megalómanas de sus impulsores, la función paso a un segundo plano y se buscó demostrar el poder mediante el aumento desmesurado de la proporción de los elementos arquitectónicos, y cabe mencionar las referencias históricas el abuso de los estilos románticos que evocaban los pasados gloriosos, el caso de Hitler su fascinación por la Roma imperial al igual que Mussolini, el caso español los tiempos “gloriosos” del Imperio de Carlos V y de Felipe II (neo-góticos, neo-mudéjares, neo-románicos ), la Rusia socialista, debido a la duración de este periodo, se debatio en un principio por las ideas romanticas, aun cuando los soviets luchaban contra la memoria histórica de las época de los zares, y la arquitectura con tonos futuristas de formas expresivas que exaltaban un futuro glorioso para la URRSS .

Atrapada en los gustos de un dictador con preferencias historicistas y de gusto por aquel pasado español, se prefirió el uso de aquella arquitectura de los Austrias, a través de palacios como El Escorial o el Alcázar de Toledo, asumidos como modelo de la nueva imagen que debería asumir la reconstrucción de las grandes obras públicas, aprovechando la coyuntura de una España devastada por una guerra civil Franco se dispuso a crear una sociedad más acorde con sus pensamientos, la arquitectura estuvo determinada por el afán patriótico que arrastraba a los diseñadores hacia modelos del estilo herreriano, con el Escorial a la cabeza como prototipo de nueva construcción. Estos edificios, de enorme tamaño, no tendrían otro objetivo que el de exaltar la figura de Franco, convertido en héroe tras su victoria en la Guerra Civil, denominada de igual forma por sus adeptos como La Guerra Santa o la última de las Cruzadas. Un aspecto llamativo de la dictadura fue la evolución del lenguaje arquitectónico como discurso político, sus transformaciones relacionadas con los insólitos virajes del régimen y el surgimiento del lenguaje moderno. El gusto por lo ecléctico es una constante en la arquitectura desarrollada en España durante los años de Franco, sin embargo no por esto debemos satanizar los aportes de la misma y durante los últimos años arquitectos jóvenes se dieron la tarea de conjugar estos elementos clásicos preferidos por los franquistas y matizarlos con lenguajes modernistas. 

CONTINUARA...

miércoles, 29 de mayo de 2013

Por un espacio público potable



El espacio público, es como el agua que siempre es buena para la salud de los seres humanos y refrescante al consumirla. Su importancia no radica solamente en el simple hecho de la frescura mental y espacial que esta ofrece a la ciudad sino el hecho de convertirse este en lugar de interacción urbana de los diferentes actores que componen la sociedad, es aquí donde el KRATOS (poder) del DEMOS (pueblo) debe llevarse a su máxima expresión. La interacción social cotidiana ocurre en esta intangibilidad que se vuelve visible al ser delimitado por los espacios de uso privado. Tanto en las sociedades capitalistas como en las sociedades “comunistas” el mismo se ha convertido en un factor primordial al momento de analizar la calidad de vida de sus habitantes. El mismo no se ha encontrado ajeno a las luchas por el poder y al uso por parte de los regímenes totalitarios, que es un tema que abordare más adelante en mi artículo arquitectura y totalitarismo. El espacio público se convierte en el lugar donde todos podemos estar sin importar nuestro nivel social, cultural o económico. Por lo tanto no solamente debemos ponderar por la creación del mismo sino que debemos abogar porque el mismo cuente con la calidad necesaria, no es simplemente sentarnos y tratar de cumplir con porcentajes preestablecidos que se basan más en la cantidad que en la cualidad. Como todo lo creado por el ser humano el espacio público teórico, es utópico e inalcanzable para la realidad capitalista que convive con nuestras metrópolis.
En tanto la potabilidad, un término referente al nivel de Calidad que ha de tener algo, generalmente el agua,  para que pueda ser consumida por el hombre sin peligro para la salud, ausencia de elementos patógenos, es un elemento del espacio público que aun cuando es esencial es uno de los aspectos que más marca las diferencias sociales de los diferentes espacios públicos de las urbes donde los barrios periféricos y marginados que tienen una mayor necesidad del mismo la calidad y extensión es simplemente deprimente en contraste con los localizados en las áreas más céntricas de la ciudad cuentan con lugares majestuosos. Ya sea México, Estados Unidos, Francia, Colombia, Haití, países muy diferentes cultural, lingüística y económicamente hablando la realidad es que los guetos (En la estructura urbana actual, se ha procedido a aplicar el término a los barrios dispersos separados del resto de la ciudad y poblados por cualquier concentración poblacional de origen étnico, cultural o religioso, que viven allí especialmente debido a la presión social, económica o jurídica: por ejemplo, un barrio de afroamericanos en Nueva York, un barrio de mexicanos en Los Ángeles, un barrio periférico de mayoría musulmana en París, un barrio de rumanos en Castellón o un barrio de mayoría sudamericana en Barcelona; también se hace alusión a los barrios periféricos marginales.)[1] y demás barrios que pertenecen a las periferias cuentan con estructuras urbanas decadentes, poco potables y que en vez de servir como válvulas de alivio, les recuerdan a sus moradores el estado deplorable de su situación social y marca aún más la brecha social, es irónico que son los sectores sociales más necesitados y pobres que hacen mayor uso de las áreas públicas los que menos calidad reciben, sin embargo al movernos por las zonas de mayor plusvalía observamos no solo espacios públicos grandes y emblemáticos como los Champs Elysees en Paris y central park en New York, donde son conocidos no solo por su belleza sino también por su pulcritud.
Como arquitectos y urbanistas debemos ayudar a la democratización de los espacios urbanos y públicos no solo con planteamiento teóricos, a su vez es ayudar a las áreas marginadas a mejorar su imagen y hacer conciencia en sus moradores para el mantenimiento de las mismas, ya que estas han de representar la victoria del siglo XXI para las masas pobres y menos favorecidas de los países industrializados y aquellos en vías de desarrollo.


[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Gueto