La cuarta parada en nuestro
recorrido histórico por la arquitectura y el poder viene de la mano de los
arquitectos soviéticos, este vasto país, lleno de historias y mitos, produjo
durante este periodo una rica y variada arquitectura tan variada como las
culturas que formaron la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
La larga longevidad del
socialismo soviético así como la pluralidad de personalidades que tomaron las
riendas del poder desde Lenin, Stalin, Gorbachov y muchos más produjo un
periodo difícil de definir caótico, letárgico, opresivo, imaginativo todo
dependiendo de las políticas trazadas por el kremlin ruso. Por esto la
arquitectura soviética ha sido dividida por muchos autores en tres etapas y hay
quienes van más allá y hablan de una cuarta etapa huérfana de ideología pero
que ha dejado su huella en toda la geografía de la ex unión soviética, desde mi
punto de vista abordaremos cuatro periodos históricos el constructivismo ruso
de principios de siglo XX, el neoclasicismo estalinista, el estilo
internacional ruso y lo que podríamos definir como un estilo libre e
imaginativo, desarrollado a partir de la década de los 80 hasta la desintegración
del bloque soviético, que aún no ha
podido ser definido pero que pondremos por nombre arquitectura fantástica ( ya
que a pesar de ser diferentes entre sí todos estos edificios comparten una raíz
constructivista, postmoderna y brutalista con toques de la era de la carrera
espacial).
Aun cuando los primeros
periodos eran diferentes entre si, la ideología básica de todos nacida de la ideología
soviética como fueron la colectivización y la industrialización. Cabe destacar
que cada periodo cumplio con el fin propuesto en cada periodo histórico, el
constructivista Sanz Alarcon nos dice:“las soluciones de los constructivistas
no sólo buscaban una distribución racional de la vivienda, sino que
reflexionaba sobre las nuevas formas de habitar la célula y prestaban cuidadosa
atención a los espacios comunes del edificio” un ejemplo de esto fue el
edificio Narkomfin de Moisei
Yakovlevich Ginzburg, de la cual podríamos afirmar que ayudo a concretar el
plan de Le Corbusier de la Unidad habitacional de Marsella, el constructivismo
soviético de los años 20 goza de cierto atractivo romántico, con esa pretensión
de plasmar la utopía en ventanas, columnas y pasillos. “Con la abolición de la
propiedad privada y la necesidad de reconstruir un país arrasado por la guerra
apareció un nuevo modelo de arquitectura, y la URSS se convirtió en el
principal campo de trabajo e investigación donde llevar a cabo las propuestas
más vanguardistas”.Con la llegada de Stalin, este periodo paso a la historia, considerado por el dictador como una aberración y demostrando su gusto por la monumentalidad y el historicismo, durante su mandato la unión soviética se volcó hacia una arquitectura de proporciones desmesuradas con toques históricos, rascacielos como las siete hermanas de Stalin en pleno Kremlin moscovita y la propuesta del Palacio de los Soviets,en la década de los 30 iba a ser un edificio enorme, un rascacielos de 415 metros de altura coronado con una estatua de Lenin de 100 metros, donde se reunirían todos los representantes de todas las repúblicas del mundo. Este representaría el monumento supremo del estado socialista y estaría destinado, además, a alojar congresos, celebraciones, etc. El edificio formaba parte del proyecto arquitectonico "Nueva Moscú".
A la muerte de Stalin, Rusia decide volcarse hacia una
arquitectura más internacional, con toques más modernos y a la vez que le
permitiera competir con los Estados Unidos y ganar la guerra fría mediante sus
grandes edificaciones. En 1955, Nikita Jruschov se enfrentan con el problema de la construcción
de ritmo lento de la vivienda, llamaron a adoptar medidas drásticas para
acelerar el proceso, y esto implicó el desarrollo de nuevas tecnologías más
productivas en masa y la eliminación de "extras decorativos" de los
edificios. Bajo el mandato de Nikita Khrushchev la vivienda se ha simplificado
realmente con la llegada de edificios de 5 plantas o "pyati-etazhki".
Aunque rápidamente construida, la calidad ha sido en nada en comparación con
antes de vivienda y sus casi son idénticas contribuido a la gris y aburrida
estereotipo de las ciudades socialistas.
En la década de 1960 se
convirtió en la década de 1970, Leonid Brezhnev empezado a relajar los
controles arquitectónicos. Bloques de apartamentos crecieron para incluir pisos
extra, decoraciones exteriores y los mosaicos se han añadido para la estética,
y los arquitectos el diseño de los edificios públicos se les dio mucha más libertad
para variar los temas. Macizos Latino vivienda también se hizo común en las
grandes ciudades.
El último y cuarto periodo, es
el más libre y esto es lo que demuestra la decadencia en la que se encontraba
la unión soviética, el caos imperante y la pluralidad de las formas arquitectónicas
demuestran un movimiento acéfalo de un sistema que colapsaba. Un campamento de verano, inspirado por bocetos de un prototipo de base
lunar, reclama su influencia suprematista (Campo de rehabilitación juvenil
Promethee, Bogatyr).
Este mosaico de estilos testimonia
todos los sueños ideológicos del periodo, desde la obsesión con el
cosmos hasta el renacimiento de la identidad, y también resume la geografía de
la URSS al mostrar cómo las influencias locales dieron giros exóticos antes de
la caída del imperio soviético. El Palacio de Ceremonias en Tiflis, Georgia del arquitecto Dzhorbenadse y
Orbeladse, nos muestra un lado mas organico donde se desprecia la recta a favor
de la curva y las formas suaves.
En general, y como afirmó un arquitecto de la perestroika, estos edificios reivindican la utilidad de lo inútil. “No a una arquitectura muda y sin dirección”, afirmó Peter Davitaya. Un lema que de algún modo puso a muchos de estos arquitectos en línea con el movimiento post-moderno, es decir, con la defensa de la forma y el rechazo de la función como condena.