Una pequeña reflexión
Todo el mundo
desea ser verde en este momento, no importa si eres una fábrica de chocolates,
una empresa de desarrollo de software, una institución bancaria, el objetivo es
estar a la moda de la sostenibilidad. Por lo tanto no es de sorprendernos que a
la arquitectura llegara esta moda, ya sea
por petición del cliente o simplemente por iniciativa propia, todos
queremos hacer arquitectura verde.
Dentro de la
arquitectura no sería una novedad muchas de las variables que la arquitectura
sustentable propone, a lo largo de los años muchos arquitectos han sentido la
necesidad de poner sus obras en contacto con la naturaleza, ya sea llamada
arquitectura solar, arquitectura bioclimática o arquitectura alternativa al
final todos persiguen un mismo objetivo, la diferencia está en la importancia
que le dan a un punto más que ha otro.
Santo domingo no
ha querido quedarse atrás en este sentido, muchos arquitectos han comenzado a
implementar a pequeña, mediana o gran escala uno que otro precepto de la
arquitectura sustentable, sin embargo el hecho de tener un techo verde, paneles
fotovoltaicos o simplemente colocar enredaderas en las paredes de la edificación
no es suficiente para denominar a un edificio sustentable o verde, el color no
define cuan verde eres en cambio la responsabilidad al medio ambiente si.
Antes que nada
debemos saber a que se refiere el termino sostenibilidad o sustentabilidad,
ambos vocablos se refieren a lo mismo, fruto del trabajo que realizara la
comisión mundial de medio ambiente y desarrollo de las naciones unidas, que en
el año 1987 redacto el conocido el informe Brundtland "Nuestro
futuro común"
(Our common future), en este documento se utilizo el termino SUSTAINABLE
DEVELOPMENT lo que se tradujo al español como desarrollo sostenible o
desarrollo sustentable, la gran preocupación expuesta en el mismo fue el
del impacto de las actividades humanas en el medio ambiente, afectando la
biodiversidad, las fuentes de aguas potables, y demás ecosistemas, se planteo
igualmente la capacidad que debía generarse de la satisfacción de las necesidades
de la actual sociedad sin comprometer los recursos para que las generaciones
futuras. Lo sostenible debe ser
capaz de representar el presente sin comprometer el futuro, una tarea que
muchos podrían definir como muy difícil por la concepción histórica del
desarrollo de los procesos de urbanización del ser humano y la tendencia global
que actualmente incita más al consumo que a la preservación.
Como arquitectos,
nos enfrentamos al reto de encontrarnos con un cliente con ansias de tener un
edificio sustentable, la realidad de la inversión primaria y los compromisos
posteriores hacen que muchos den marcha atrás sus planteamientos, en una
sociedad netamente capitalista donde la mayoría de las veces las decisiones en
un proyecto se toman más por su factibilidad económica que por su viabilidad
ecológica, es un poco optimista el denominarse abanderado de la arquitectura
sostenible.
Una edificación
que desee ser considerada verde debe estar más allá del plantar un árbol en el
techo, el de aprovechar las aguas pluviales o la simpleza del reciclaje de los
desechos sólidos, la complejidad del asunto nos lleva a pensar sobre la
veracidad de la sostenibilidad de alguno que otro edificio autodenominado
verde.
¿Cuan verde somos?
Es la pregunta que deberíamos hacernos al momento de
señalar nuestra edificación como arquitectura verde, la misma la podemos
responder mediante un autoanálisis o someternos ante organizaciones
especializadas en la evaluación medioambiental de edificaciones, entre las que
podemos mencionar el LEED (Leadership
in Energy & Environmental Design), con representación internacional a través del
Green Building Council en más de 20 países.
·
Entornos sostenible, se refiere a la reducción del
impacto ambiental en el ecosistema circundante y las fuentes de aguas.
·
Eficiencia en el uso del agua, el uso consciente del agua
potable, así como la reutilización y disposición final de las aguas servidas,
se busca reducir el consumo innecesario del mismo.
·
Energía y atmosfera, consumo moderado de los recursos
energéticos
·
Materiales y recursos, el reciclaje de los desperdicios y
manejo consciente de residuos
·
Medio ambiente interior, propone una mejor calidad del
aire, visuales e iluminación natural.
Como observamos la sostenibilidad o sustentabilidad de un
edificio más que la simple concepción arquitectónica de los espacio, el uso de
materiales ecológicos y nuevas tecnologías que promueven el ahorro, ha de ser
un modo de vida, una nueva concepción hacia el ecosistema y un respecto
constante por el medio ambiente. Los arquitectos tenemos por delante un gran
compromiso al diseñar edificios donde el confort visual, térmico, auditivo,
climático que facilite al usuario la adopción de un modo de vida ecológico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario